Todos conocemos estos cuentos principalmente a través de la labor que llevaron a cabo los hermanos Grimm en el siglo XIX. Recopilaron y adaptaron relatos de la tradición oral alemana dulcificando unas narraciones inicialmente destinadas a un público adulto hasta convertirlas en cuentos infantiles de final feliz.
Miles de ediciones ilustradas dan vida a estas historias. Hoy nos acercamos a ellas a través de un paticular soporte: sellos postales alemanes emitidos entre 1960 y 1964.
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