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jueves, 6 de junio de 2013

Los sueños según Grete Stern

Grete Stern (1904-1999) comenzó su carrera artística estudiando artes gráficas en Stuttgart (Alemania). La visita a una exposición determinó su trayectoria, que a partir de este momento se encaminó hacia la fotografía, inspirada por los trabajos de los americanos Edward Weston y Paul Outerbridge. 


Fue en Berlín donde comenzó a dar sus primeros pasos en esta disciplina, gracias a las lecciones privadas impartidas por Walter Peterhans y el estudio de diseño gráfico y publicidad - Ringl+pit - que creó junto a la también fotógrafa Ellen Rosenberg. Sería el propio Peterhans quien la animaría a continuar bajo sus enseñanzas en el taller de fotografía a su cargo en la Bauhaus en Dessau entre 1930 e 1933.
Estes serán años clave en la vida de Grete Stern, tanto a nivel formativo como personal. En este centro de efervescencia artística se empapa de conocimientos y empieza a relacionarse con el fotógrado argentino Horacio Coppola, su futuro marido y socio.


Judía y de izquierdas, con la llegada de Hitler al poder se vió obligada a emigrar a Inglaterra al mismo tiempo que la Bauhaus cerraba sus puertas. Tras montar un nuevo estudio, se casa en 1935 y viaja a Argentina con su marido, donde se asentará definitivamente consiguiendo la ciudadanía en 1958. Stern y Coppola trabajaron juntos convirtiéndose en agentes clave en el proceso de modernización de las artes visuales en este país. 



En la obra de Stern abundan los retratos, así como imágenes documentales y reportajes urbanos sobre Buenos Aires o los últimos indígenas argentinos. Sin embargo, especialmente interesante es su serie "Sueños", a la que pertenecen todas las imágenes de esta entrada.


“Sueños” son cerca de 150 fotomontajes realizados entre 1948 y 1951 y publicados en la revista Idilio, una popular producción semanal dirigida al público feminino que destacaba especialmente por su espacio dedicado a las fotonovelas, además de los artículos relacionados con las tareas domésticas y la cosmética. Las obras de Stern acompañaban a modo de ilustración los textos de la sección “El psicoanálisis le ayudará”, donde el sociólogo y director de la revista Gino Germani interpretaba los sueños que las lectoras enviaban a la redacción bajo el seudónimo de Richard Rest.



Tomando como protagonistas a amigos, familiares y vecinos y sumando paisajes y objetos de su archivo, Grete Stern representó los sueños de unas mujeres reprimidas y sumisas ante la jerarquía social establecida, dando lugar a un trabajo profundamente crítico sobre los valores dominantes en cuanto a la situación de la mujer en la sociedad argentina de la época. Para realizar su particular interpretación de los sueños, Stern decide que el fotomontaje es la técnica perfecta para capturar este universo onírico gracias a sus posibilidades narrativas, dando como resultado unas imñagenes inquietantes y angustiosas que absorben el espíritu de la vanguardia surrealista. 


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